Fuentes y Lavaderos
Paseo del Agua
Una de las particularidades de Higuera de la Sierra es la gran presencia de fuentes repartidas por todo el pueblo. Es tal esta influencia del agua que un recorrido por las distintas fuentes y caños de nuestra localidad puede mostrarnos bastante sobre su historia. Los tres núcleos primigenios están asociados a tres caños que daban agua a zonas de huerta y de viviendas. Te invitamos a realizar, guiados por el agua, un recorrido por nuestro pueblo.
Nuestro camino comienza en la parte más alta de la localidad junto a la Ermita del Cristo del Rosario y la Plaza de Toros. Allí se encuentra uno de los caños más emblemáticos de la localidad, conocida como la Fuente del Cristo. Junto al pilar se encuentran los lavaderos que fueron construidos en la primera mitad del S XX. Es reseñable en este lugar la Plaza de Toros de la localidad, una construcción civil que cuenta con varios siglos de historia.
Si bajamos hacia la Plaza y continuamos por la Calle Domingo Fal Conde, podemos encontrar en este caso una fuente que forma parte de la red pública, no asociada a manantiales como sí lo están los pilares. Desde allí, bajamos por la calle Tobar hasta la calle La Fuente - Daniel Arteaga. En este lugar nos encontramos con el segundo de los caños asociados al origen del pueblo. En este caso el abrevadero y los lavaderos se hayan unidos formando un conjunto arquitectónico de singular belleza. Este caño se conoce como la Fuente de Enmedio, que nos da pistas de la importancia que ha tenido en referencia al barrio del centro, otro de los barrios originales del entramado urbano.
Si seguimos nuestra bajada siguiendo la ruta del agua por la calle Virgen del Prado, nos encontraremos de camino otra de las fuentes públicas ornamentales, que consiguen cierta peculiaridad para el ensanche de esta calle y que se rodea de cuatro árboles del amor. Si seguimos descendiendo llegaremos al popular barrio de San Antonio. Presidiendo la plaza se encuentra la Ermita del santo que da nombre al barrio, y justo delante podemos refrescarnos con otro de los pilares más antiguos de la localidad. Detrás de la Ermita y como si de un vigía se tratase se encuentra la fuente pública con más belleza de la localidad. La fuente de San Antonio fue construida y costeada por la gente del barrio, de estilo regionalista (1929) y con azulejos de Triana, contiene una inscripción que no podemos obviar: “se deja la conservación de esta fuente a la cultura del vecindario”.
Finaliza nuestro recorrido con el último de los pilares. Muy cercano a la entrada del pueblo desde Sevilla se encuentra la Fontanilla, y algo más abajo el lavadero que puede observarse desde la carretera. Sin lugar a dudas, este pilar rodeado de sauces es un remanso de paz para terminar nuestro paseo por los sitios del agua.