Es grande la devoción de Higuera por su Patrona: Nuestra Señora del Prado. Se demuestra en la dilatada relación festivo-ritual que el pueblo de Higuera mantiene con ella, principalmente cada primavera. El pueblo entero en romería acude a su ermita, en el término municipal de Zufre, el fin de semana más cercano a la fiesta de la Encarnación (25 de marzo), para honrarla y degustar la popular empaná. Después, en mayo, una semana antes de Pentecostés, los higuereños vuelven de nuevo a la ermita, ahora para trasladar a su Virgen al pueblo. Presidiendo lustrosamente el altar mayor de la Parroquia, la Virgen del Prado será objeto de una novena y bendecirá las comuniones de los niños y niñas del pueblo, llevándose a cabo también una pequeña verbena.

 

 El domingo de Pentecostés la Virgen recorre el pueblo en magna procesión; y al fin de la semana siguiente los higuereños la devuelven caminando a su ermita. Idas y venidas de la Virgen que no hacen sino reforzar el fervor y la devoción hacia una imagen que si bien ha sido el referente mariano del pueblo desde que se tienen noticias de él, no fue declarada patrona canóniga de Higuera de la Sierra por Bula Papal hasta 1990.